Las grasas trans, deliciosas y perjudiciales

Existen diferentes tipos de grasa, las grasas saturadas, monoinsaturadas, poliinsaturadas, cada una puede tener un cierto grado de beneficio y también consumiéndolas en exceso resultan perjudiciales para nuestra salud, atacando órganos importantes en nuestro organismo, ahora vamos a hablar sobre las grasas trans, con estas debemos tener un mayor cuidado pues resultan ser las más perjudiciales, este tipo de grasas son utilizadas por la industria de alimentos para conseguir que se solidifiquen las grasas vegetales, esto como el resultado de la hidrogenación a la que se someten las grasas insaturadas, (estas son las grasas líquidas), así para que se encuentren sólidas a una temperatura de ambiente, disminuyendo la oxidación, de esta forma se logra alargar la vida útil de las grasas y los alimentos.

Las grasas trans en nuestra dieta se encuentran en alimentos como:

  • Bollería industrial
  • Snacks
  • Pasteles
  • Palomitas
  • Galletas con crema
  • Snacks fritos
  • Dulces con crema
  • Patatas fritas de bolsa
  • Pan de molde
  • Margarinas
  • Pizzas
  • Embutidos
  • Lasañas
  • Empanadas
  • Hamburguesas

Estos ácidos grasos trans se forman en pequeñas cantidades en el estómago de los rumiantes, de aquí derivan la transformación de los ácidos grasos insaturados, por parte de las bacterias del rumen, también los encontraremos en alimentos como la leche, carne de vaca, cordero, carne de cerdo, aunque en estos alimentos se encuentra en menor medida.

Este tipo de grasas son las peores, tienen efectos muy dañinos en nuestra salud, estas incrementan las concentraciones del colesterol malo, también se ha comprobado que disminuyen las moléculas de HDl, el colesterol bueno, por lo que son entre las grasas las más perjudiciales que las saturadas.

Por otra parte también son peligrosas para el corazón, pues incrementan el riesgo de padecer una enfermedad coronaria, incrementan el riesgo de sufrir colesterolemia, diabetes, muerte prematura.

Son tan dañinas que la Organización Mundial de la Salud solo recomienda el 1% de la ingesta calórica total en un día, siendo como promedio un máximo de 2 a 2.5 gramos de grasas trans al día, en referencia a la dieta común de 2000 a 2500 calorias, así que ya sabemos entre menos consumas las grasas trans, más saludable vivirás.